jueves, 24 de noviembre de 2011

En defensa de lo ambiental y sagrado, y en contra del “progreso”

Con el bum de los barrios privados en los 90, varias empresas inmobiliarias se instalaron en Tigre y arrasaron con la compra de tierras federales. No se hicieron estudios de impacto ambiental y el municipio no atendió las quejas de los vecinos que fueron afectados.

El Movimiento en Defensa de la Pacha, una organización de comunidades originarias, está acampando hace tres años en Punta Canal, localidad de Tigre, con el fin de que se declare como público a un pequeño terreno, que es un cementerio indio de más de mil años y parte de un complejo de tierras fiscales por donde pasaba el ferrocarril de Ingeniero Maschewitz a Dique Lujan, de la empresa Eidico, desarrolladora de barrios privados náuticos vinculada con el Opus Dei.

Esta empresa ha construido grandes complejos de countrys en las zonas de Tigre y Dique Lujan. Las compras de estas tierras, declaradas como patrimonio histórico por el Senado Bonaerense, fueron irregulares, debido a que el Estado Nacional las vendió a 17 dólares la hectárea y no le entregó las escrituras a Jorge O’Reilly dueño de Eidico y ex asesor de Sergio Massa, intendente del municipio, cuando fue Jefe de gabinete de la nación.

Las construcciones se iniciaron sin haber realizado informes de impacto ambiental y esto tiene sus consecuencias. Al rellenar los humedales para hacer las casas, muchas especies desaparecieron y las inundaciones en los terrenos bajos son más frecuentas, debido a que esta parte de la flora absorbía el agua de las lluvias y sudestadas del río.

Por último, en el terreno donde está instalado el Movimiento de la Pacha se hizo una excavación de 18 metros cuadrados, a manos de arqueólogos del CONICET, donde se hallaron alrededor de 300 mil fósiles, entre los que se encuentran huesos de humanos, animales y cerámicas.

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